LA SAGRADA FAMÍLIA, ¿SI O NO?

25/10/2015
David Lladó i Porta

ARQUITECTURA BARCELONA

Esta semana nos me despertado con la noticia del inicio de la construcción de las 6 nuevas torres de la Sagrada Familia, dedicadas a los cuatro Evangelistas, de 135 metros de estatura, la de la virgen Maria, de 154 metros de estatura, y la de Jesús, de 171 metros de estatura, aconteciendo el edificio más alto de Barcelona a finales del 2017.

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/10/21/catalunya/1445429046_811770.html

Además, la noticia venía acompañada de la fecha de 2026, como final, esta vez si, previsible de las obras. Así pues ya tenemos fecha de inauguración del templo, remarcable para todos aquellos que decían que no la verían nunca acabada.

Esta importante noticia ha reabierto una vieja discusión entre mis amigos arquitectos sobre la bondad de la continuación de las obras iniciadas por Gaudí, hace más de 100 años. Discusión por otra parte, un poco pasada de moda –fue muy debatido en la década de los 80 e incluso se hizo una manifestación encabezada por muchos compañeros-, más ahora que ya tenemos fecha de finalización.

Ya os avanzo que mi posición al respeto es favorable, a pesar de que el templo nunca ha sido un edificio que me haya gustado especialmente, pero me gustaría argumentarlo bien ante todos aquellos que consideran de manera legítima, que la Sagrada Familia es la obra de un autor, de un arquitecto único, de un genio arquitectónico que, en cuanto que buena parte de la documentación del proyecto se perdió al inicio de la guerra civil, no se tiene que continuar, por ausencia de este.

Sin desmerecer los calificativos de único o genio, considero que, en general, no se tiene demasiado conocimiento de la verdadera figura de Gaudí como arquitecto, es para lo cual que paso a facilitar un poco de información sobre él.

Gaudí, accede al proyecto de la Sagrada Familia, en cuanto que arquitecto colaborador del despacho de Francisco de Paula del Villar quien consiguió el encargo de proyectar el nuevo templo expiatorio por parte de la asociación privada espiritual de devotos de Sant Josep.

Se empieza la construcción de la àpside y la cripta sepultada, pero  bien pronto empiezan las discrepancias entre el arquitecto Del Villar y la junta de la asociación por la elección del sistema de fundamentación, dado que el primero la quería ejecutar con hormigón en masa, y la junta la deseaba con un sistema tradicional “a la romana”, con mamposteria colmatada.

La disputa entro Del Villar y la Junta llega hasta el punto de prescindir de sus servicios, y a la vez deciden que sea Antonio Gaudí el que continúe la dirección de las obras del proyecto neogótico que él mismo había dibujado, por lo tanto buen conocedor del proyecto. Gaudí acepta continuar las obras al 1983, asumiendo el sistema de fundamentación deseado por la Junta.

Las obras avanzan muy lentamente, dado que todo se financiaba con aportaciones populares, de forma que al 1994, 12 años más tarde, apenas se había acabado la fachada de la àpside y el portal del nacimiento.

Podemos  pensar que Gaudí llegó a proyectar la Sagrada Familia después de una exitosa trayectoria. Pues tenemos que decir que no, este proyecto fue el primer encargo serio. No obstante fue en este mismo momento que Gaudí empieza su carrera que ahora conocemos como extraordinaria y, en breve, en menos de 15 años, proyecto y empieza a construir el Parque Güell, la casa Batlló y la casa Milà, entre otros.

La popularidad de Antonio Gaudí y el alcance y tamany de los proyectos hace que empiece a ser un arquitecto polémico pero muy conocido, de forma que, dada la lentitud  de las obras de la Sagrada Familia, convence a la Junta para cambiar el proyecto, dándole un aire más contemporáneo, moderno y diferente, y al 1910 se muestra la maqueta del nuevo templo a la exposición sobre su obra, a Grand Palais de Paris. Al 1917, finaliza su obra arquitectónica que conocemos abastecimiento para dedicarse exclusivamente a la Sagrada Familia.

Querría destacar dos aspectos importantes de su trayectoria profesional de Antonio Gaudí, antes de dedicarse en exclusividad al nuevo proyecto de la Sagrada Familia:

  • Gaudí era un arquitecto que estaba en el día y utilizaba la tecnología punta del momento y como muestra tres ejemplos: en la casa Milà se dispone de una estructura en forma de rueda de bicicleta posttesada en la base del patio, seguramente la primera de Europa y quien sabe del mundo, algo que ahora basura de manera generalizada y natural; la misma casa Milà está ejecutada con pórticos estructurales metálicos a pesar de su apariencia pétrea y a diferencia de cómo se construía a la época con paredes de carga ; la ejecución de los cuatro pináculos de las cuatro torres de la fachada del nacimiento de la Sagrada Familia, ya se ejecutó con hormigón armado, material que ya se empezaba a utilizar en Barcelona, a partir de los años 20, a diferencia de la base de las torres con mamposteria de Vilafranca del Penedès.
  • Gaudí, a pesar de su genio artístico, ejercía la profesión de arquitecto en equipo y como muestra diferentes nombres de colaboradores especialistas en algunos de sus proyectos: Josep Maria Jujol,Cèsar Martinell, Francesc Folguerao Josep Francesc Ràfols; así como pintores como Iu Pascual, Xavier Nogués o Aleix Clapés; para acabar con diferentes colaboraciones en el cálculo estructural con profesores de la escuela de Barcelona, como Joan Torras.

Dicho esto, cuando Gaudí al 1926 muere atropellado por un tranvía, pero las obras continúan sin pausa, con la misma lenta velocidad, encabezadas por diferentes colaboradores de él que, del mismo modo que él asumió la obra de Francisco de Paula del Villar, asumen la continuidad de la obra de su maestro. A pesar de que al inicio de la guerra civil se destruyen buena parte de los planos y algunas maquetas, resto lo más importante en pie, el equipo. Pasada la guerra, la obra sigue en pie y continúa sin novedad.

También hay que destacar que si bien Gaudí muere de manera accidental con 64 años, ya era suficientes grande y consciente de que, al ritmo que iban las donaciones y las obras, estas nunca las vería en vida acabadas, es por eso que se encarga de formar un equipo potente formado por diferentes arquitectos que asumirían el proyecto de Gaudí, como su Francesc de Paula Quintana o Isidre Puig-Boada o Lluís Bonet.

Aun así, Gaudí era consciente que un edificio como la Sagrada Familia no se podría finalizar sin la aportación de nuevas tecnologías en la construcción, dado que es un edificio muy pesado en la parte superior, y muy ligero en la base, sin que existan contrafuertes que le aporten el equilibrio necesario. Sin la aportación de hormigones o barras de acero de alta resistencia o las fibras de carbono actuales, sin la modelación de la estructura con programas de elementos finitos, la Sagrada Familia no se podría acabar. Gaudí era un innovador de formas pero a la vez un innovador tecnológico. La utilización de nuevos materiales en las obras y la aportación de nuevos técnicos está totalmente justificado.

Finalmente explicar que la religiosidad de Antonio Gaudí nos da otro argumento definitivo, él era el arquitecto de un templo financiado por las personas anónimas e individuales y proyectado para ellas, y esta es la última y principal finalidad de un edificio público, es y será un edificio de todos no del arquitecto que lo proyecta. El mejor favor que le podemos hacer a la memoria de Antonio Gaudí, es finalizarlo aunque el resultado final no nos satisfaga del todo a la exquisita apreciación de los arquitectos.