Hace unos meses mi hermana nos invitó a visitar el nuevo barco del Open Arms Uno. La Marta es psicóloga y en sus “ratos libres” hace de voluntaria en el apoyo a las tripulaciones cuando salen en misiones de rescate.
El barco es espectacular en comparación al anterior, podrá recoger hasta 300 personas con una autonomía de 2 meses y tiene incluso Ucis adentro. Es una donación de un millonario Italo-argentino, Francisco Piñeyro.
Contrasta pero con los barcos lujosos que hay a Puerto Viejo y con los descomunales transatlánticos, más grandes que edificios enteros. Cómo se aguanta esto Gabi?
Cuando acabamos, curiosamente en aquel mismo momento entraba al puerto el Rainbow Warrior de Greenpeace, otro barco mítico. Ambos retratados!!.
El barco de Greenpeace me llevó la mirada hacia el reloj del puerto de pescadores. Una construcción muy importante que pasa absolutamente desapercibida para los barceloneses, casi desconocida, a no ser que tengas un yate de tres padres...
Construido al 1772, con la ampliación del puerto, inicialmente fue un faro pero a principios del s.XX con la construcción del faro de Montjuic, este se transformó en 4 relojes que miran hacia los 4 puntos cardinales: norte, sur, este y oeste.
Pero porque es tanto importando este reloj?.
A finales del s.XVIII las potencias europeas intentan fijar un sistema métrico estable para mesurar ante el desmadre de medidas de cada lugar. Francia, después de la revolución, toma la iniciativa y decide fijar el “metro”, como el manantial millonésimo parte del meridiano que va del polo norte hasta Ecuador.
Pero un meridiano es muy difícil de mesurar porque hay mares y océanos por el medio entre un punto a la otra. De forma que deciden mesurar una parte del meridiano terrestre que va de Dunkerque en Barcelona, pasando, está claro, por París.
Así Pierre Méchain, empieza a triangular esta zona terrestre francesa hasta llegar al 1792 en Barcelona, donde toma como referencia nuestro faro/reloj del puerto y otros hitos como el castillo de Monjuïc, etc. para cerrar la medida del meridiano sobre la tierra.
A finales de 1799 Napoleón presenta el nuevo patrón “el metro” en el mundo, si bien algunos países no lo adoptan como Inglaterra o Estados Unidos (todavía hoy), porque la medida se hizo en Francia. Buena parte del mundo si lo adopta excepto el mundo anglosajón, que van con polsades, por este motivo.
Así pues nuestro faro/reloj fue muy determinante en la definición del “metro”, pero le esperaba otro papel importante.
Cuando Ildefonso Cerdà diseña el Eixample de Barcelona, a mediados del s. XIX, plantea una cuadrícula orientada este-oeste. Cada isla tiene un chaflán orientado completamente a sur y otro en el norte, el resto de las caras siempre tienen luz solar.
Esto llevó mucha polémica con algunos arquitectos modernistas (Cerdà era ingeniero...), pues creían que la cuadrícula tenía que orientarse sur-norte, y no este-oeste. Por este motivo Domènec y Muntaner diseña el Hospital de Santo Pablo, completamente orientado de manera opuesta a la trama Cerdà.
Del Pla Cerdà destacan dos avenidas importantes: el Paralelo y la Meridiana. Y sabéis de donde nacen estas dos grandes avenidas?. Pues sí, de nuestro faro/reloj!!!
La Meridiana en sentido norte, en honor del meridiano que pasa por París y que sirvió para definir el metro y perpendicular a esta el paralelo en sentido oeste. También hay una otro gran avenida, la de las Cortes Catalanas, que forma un triángulo equilátero con las otras dos, y nuestro faro/reloj es pues un vértice.